La eyaculación precoz es un problema frecuente que afecta en algún momento a 1 de cada 4 hombres y que puede mejorar haciendo ejercicios con la pareja o de manera individual.
Estos son los 4 factores que se valoran para definir la eyaculación precoz: tiempo hasta la eyaculación (TLEI), capacidad para controlar la eyaculación, estrés ante las relaciones íntimas y problemas para relacionarse por miedo a mantener relaciones.
Lo primero que hay que tener en cuenta ante una situación de eyaculación precoz es que, a día de hoy y gracias a los especialistas, existen soluciones para su tratamiento.
La eyaculación precoz es un problema sexual frecuente en el hombre, muchas veces infradiagnosticado porque cuesta hablar de los síntomas con el médico.Descubre algunos datos clave sobre la eyaculación precoz que pueden ayudarte a prepararte para hablar sobre ello y a aprovechar la consulta con tu médico lo máximo posible.
La eyaculación consta de dos fases, una fase de emisión o acumulación del semen y la fase de expulsión por acción de los músculos de la zona perineal y de la pelvis.
Muchas personas piensan que la eyaculación precoz solamente se relaciona con que el hombre eyacula antes de lo deseado, pero en realidad engloba otros problemas, como son la incapacidad para controlar la eyaculación tras la penetración y el malestar emocional del hombre y su pareja.
La eyaculación precoz es la forma más frecuente de disfunción sexual masculina y uno de los motivos que más afecta a los miembros de una pareja, ya que genera insatisfacción, remordimientos, frustración, falta de deseo sexual, etc.
Actualmente, la eyaculación precoz afecta a más del 20% de la población masculina en España. Puede aparecer desde la primera relación sexual hasta en la edad adulta. Se caracteriza principalmente por: