Lo ideal es que cualquier evaluación que pretenda diagnosticar la eyaculación precoz implique al paciente y a su pareja. El principal objetivo es obtener una visión clara y detallada de la historia clínica y sexual del paciente y de cómo el problema repercute psicológicamente en ambos.
A la hora de establecer el diagnóstico los profesionales médicos suelen seguir unos pasos:
El principal factor que se tiene en cuenta es que la eyaculación tiene lugar en un período corto de tiempo tras haberse producido la penetración. Una vez que se identifica el caso, el profesional médico debe establecer ante qué tipo de eyaculación precoz se encuentra.
Por otro lado, también se deberá llevar a cabo una exploración física del paciente para intentar identificar cualquier anomalía anatómica que se pueda asociar con el trastorno.
Cuando un paciente acude en busca de ayuda para enfrentarse a esta situación, es importante que su médico se muestre cercano y comunicativo, tanto con él como con su pareja, además de realizar las pruebas pertinentes para establecer el tratamiento que más se adecúe al caso.
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