A pesar de todos los avances en sexualidad que se han experimentado en los últimos años, lo cierto es que sigue habiendo en el colectivo general de la población muchos aspectos, sobre todo en el ámbito relacionado con la sexualidad masculina, sobre los que circulan una gran cantidad de mitos.
Mitos y verdades del orgasmo masculino
- El orgasmo y la eyaculación no son lo mismo. Hay una creencia muy extendida que tiende a confundir o identificar ambos conceptos como el mismo. La RAE define al orgasmo como la “culminación del placer sexual”; frente a la eyaculación, que la describe como “lanzar con rapidez y fuerza el contenido de un órgano, cavidad o depósito, en particular el semen del hombre o de los animales”. Por tanto, el orgasmo es la sensación que se siente tras haber experimentado el máximo placer y la eyaculación es una consecuencia de esa experiencia.
- El hombre puede tener un orgasmo sin que haya eyaculación, conocido como orgasmo seco masculino, y puede eyacular sin haber experimentado un orgasmo.
- Existe el orgasmo seco masculino. Esta información es cierta. El orgasmo seco se produce cuando, aunque el hombre alcance el orgasmo, no se produce eyaculación. Cuando se da este tipo de proceso también recibe el nombre de eyaculación retrógrada.
- La satisfacción máxima se experimenta cuando ambos miembros de la pareja llegan al orgasmo a la vez. Esto es falso. Además de esto, el hecho de que ambas personas llegan al clímax a la vez es muy complicado, ya que cada uno tiene un ritmo de excitación diferente. Aunque cuando ocurre, sí es cierto que es muy placentero.
- Los hombres pueden tener orgasmos múltiples. Aunque es algo que se produce más comúnmente en la mujer, hay hombres que los experimentan.
- Los hombres, al igual que la mujer, tienen un punto G. El punto en cuestión se localiza a unos 5 centímetros dentro del ano y provoca orgasmos mucho más intensos.