Los medicamentos falsificados y la disfunción eréctil
Los medicamentos falsificados para el tratamiento de la disfunción eréctil suponen un gran problema, ya que no cumplen las normas establecidas en materia de seguridad, calidad y eficacia. Además dentro de estos falsos medicamentos los usados para el tratamiento de la disfunción eréctil ocupan el primer lugar.
A muchos hombres les da vergüenza contar a su médico que presentan una disfunción eréctil o acudir a la farmacia para adquirir la medicación recetada, por eso recurren a Internet para conseguir la medicación.
En otros casos recurren a medicamentos falsos para el tratamiento de su disfunción eréctil por vías no legales, ya que son más baratos que los medicamentos auténticos dispensados en farmacia.
Según la Alianza Europea para el Acceso a Medicamentos Seguros, más del 60% de los medicamentos conseguidos a través de Internet son falsos y como ya hemos comentado, una gran proporción de ellos son utilizados para el tratamiento de la disfunción eréctil.
Los medicamentos falsificados suelen tener una apariencia similar a los originales y solo los análisis de laboratorio logran detectar su composición. Estos medicamentos pueden incluir tanto ingredientes tóxicos como ingredientes farmacéuticos activos.
En los falsos medicamentos se han encontrado desde sustancias inocuas hasta otras muy perjudiciales como: tierra, disolventes industriales, pinturas o anticongelantes.
Entre los posibles riesgos que supone la compra de medicamentos falsificados por Internet estarían:
– Falta de seguridad y garantía de eficacia
– Instrucciones no apropiadas para su uso
– Calidad no garantizada
– Los productos pueden ser fraudulentos y nocivos para la salud
– Los hombres con disfunción eréctil que adquieren estas medicaciones de forma ilegal no tienen diagnóstico ni siguen unos controles médicos
Lo cierto es que la mayoría de los medicamentos falsos que se compran por Internet suponen un riesgo para la salud y de hecho, se calcula que las muertes estimadas por estos medicamentos a nivel mundial sobrepasan las 200.000 personas.
En España está prohibido vender por Internet medicamentos de prescripción médica. Sólo las farmacias físicas con licencia pueden dispensar fármacos a través de la red.
Tanto la Comisión Europea como el Parlamento se muestran muy preocupados por esta actividad delictiva que pone en riesgo la seguridad del consumidor, existiendo directivas para combatir esta lacra y sobre todo informando a la población de los riesgos que comporta el uso de estos mal llamados medicamentos.
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